sábado, 26 de julio de 2014

Trentren y Caica


También llamados Tenten-Vilu y Caica Vilu, son las deidades más importante de la mitología de Chiloé. Originalmente pertenecían a la mitología mapuche, pero en las ultimas décadas del siglo XX fueron adoptados por la mitología chilota.

Según el mito, se trata de dos inmensas serpientes; Caica-Vilu, la serpiente marina, quien domina los mares, y Trentren-Vilu, la serpiente terrestre, deidad dominante de la tierra y sus volcanes. Puntualmente se los representa como culebras, aunque Caica presenta también las características de un pez.
La importancia de estos seres radica en el mito de origen de las islas del archipiélago de Chiloé, donde se creía que en tiempos pasados solo había una única franja de tierra. 

Según la mitología mapuche, ambas serpientes son hijos de deidades más importantes que obtuvieron dicha forma como castigo; así, el hijo de Peripillán (deidad oscura que vivía entre los volcanes) fue convertido en la serpiente Caica y el hijo de Antu (deidad del sol) en Trentren. Así como Antu y Perpillán eran enemigos, también lo serían sus hijos en su nueva forma.
Caica fue enviado a proteger los mares y las criaturas que vivían en él, mientras Trentren fue enviado a proteger la tierra y a los humanos. Se dice que Caica despertó dramáticamente luego de un sueño de muchos años, debido a la ingratitud que los hombres demostraron pese a los vienes que el mar les había dado. Furioso, Caica golpeó las aguas con su cola para provocar un cataclismo que inundó el territorio, con el fin de incorporar la vida terrestre a sus dominios.

Trentren, al ver parte de sus dominios bajo el mar, enfrentó a Caica, a la vez que elevaba la tierra para salvar a sus habitantes. Luego de una extensa y feroz batalla, Trentren se alzó victorioso, aunque con un alto costo, puesto que fue incapaz de restaurar la tierra dañada por la inundación y la posterior batalla, dejándola desmembrada y dividida en varias islas, como se conservan hoy en día.
Caica, por su lado, solo obtuvo un pequeño porcentaje del territorio que logró sumergir y delegó su poder como rey de los mares a Millalobo, un híbrido nacido de la unión de una mujer y un lobo marino que la salvo de ahogarse durante la batalla.


Millalobo


El rey del mar de la mitología de Chiloé (Chile), considerado la contraparte austral de Poseidón (Grecia). Según la leyenda, la serpiente marina, Caica, máxima deidad de los mares (mitología chilota y mapuche) , eligió a Millalobo como su representante para gobernar a las criaturas del mar.

Se lo describe como una especie de tritón, siendo su torso el de un humano y su parte inferior la de un lobo marino y su rostro presenta rasgos de ambas especies. Según la leyenda, nació de la unión de una mujer con un lobo marino que la salvó de morir en el mar, por la época de la mítica lucha entre Treten Vilu y Caica Vilu. Según el relato, es incapaz de hablar aunque otras fuentes aseguran que podía lanzar bramidos como los de un lobo marino.

Mito

El relato mitológico cuenta como Caica se interesó en Millalobo y debido al agrado que tenía sobre él, lo eligió como su representante y le delegó su poder. Así, Millalobo habita el fondo del mar junto con su esposa, Huenchula y sus tres hijos: Pincoya, Pincoy y la sirena chilota, quienes lo asisten en su deber de manejar los mares.
Pese a la ayuda de su familia, Millalobo debió hacerse de una numerosa cantidad de subalternos para dominar los mares eficazmente. Los mismo eran criaturas marinas que realizaban diversas tareas, desde sembrar y cuidar plantas marinas, proteger crías de peces y mariscos, hasta manejar el clima marino, las mareas y hasta algunas catástrofes del mal, tales como trombas y tifones. Ademas, tenían el deber de guiar y cuidar de las almas de quienes mueren en el mar; a Millalobo se le atribuye la creación del Caleuche, un barco fantasma que guía a los muertos.

La versión escrita más antigua de la que se tiene registro data de 1766 cuenta sobre indios que en tiempos remotos vieron nacer a una niña, llamada Cuaco que siempre se bañaba en el mar y era raptada por un huecubo (monstruo marino) con quien tenía un amorío. La madre reprendió a la niña por la atrocidad que había hecho y el huecubo, lleno de furia, derribó varios cerros, formando una laguna totalmente rodeada de formaciones rocosas, para que la mujer no pudiera seguir a su hija cuando esta lo visitaba.


Caballo Marino Chilote



-imagen tomada de link-

Una criatura fantástica perteneciente a la mitología de Chiloé (Chile) cuyas historias y descripciones pueden asociarse con las del hipocampo griego. Se dice que estos animales abundan en el mar, frene a la costa occidental de la Isla Grande de Chiloé y sus islas aledañas. Según las historias, existen varias versiones sobre su apariencia y comportamiento. La imagen más difundida es la de un caballo de monstruoso tamaño, de facciones feas, crines doradas y piel verdosa por su alimentación a base de algas y por su residencia en el fondo del mar. Se cree que es lo suficientemente grande como para llevar sobre su lomo a 13 brujos adultos.
Otras historias lo describen como un ser híbrido, entre equino y pez, mostrando una cabeza alargada, un lomo inmenso, crines doradas y tanto sus patas como su cola son extremidades semejantes a aletas y cola de pez.

Independientemente de la descripción que reciba, esta criatura solo puede ser vista por brujos o por personas que cumplen determinados requisitos, a menos que el caballo en cuestión decida dejarse ver a voluntad. Según las leyendas, los brujos llaman a esta criatura para subir a bordo del Caluche, un famoso barco fantasma que, según dicen, recoge las almas de quienes mueren en el mar. Solo a lomos de este animal se puede abordar la nave, ya que el rey del mar, Millalobo, prohibía el acceso al mismo mediante habilidades mágicas y obviamente era imposible subir por medios normales.

También se cree que estos animales viven poco tiempo, tan solo unos 2 o 3 años y sus restos se convierten en una pasta transparente que se disuelve en el mar y se confunde con las menuzas y jibias que el mar arrastra hacia la costa. Cada brujo dispone de varios de estos animales para transportarse e incluso para su correo personal. Pese a su monstruosa apariencia y al uso que los brujos hacen de ellos, los caballos marinos chilotes no son considerados malignos, sino criaturas de bien.
Según la creencia popular, la domesticación de estos animales por parte de los brujos se produce mientras el Caleuche navega bajo el mar, momento en que se eligen las monturas y se capturan. El brujo tan solo deja una marca permanente en la piel del animal para someterlo a su dominio. De esta manera el brujo puede llamar a su montura acercándose a la orilla del mar y silbando 4 veces. Luego del llamado, el brujo lo enlaza con un sargazo (alga) y palpa sus patas para luego subir a su lomo.


domingo, 15 de junio de 2014

Niño cambiado


- Trolls con un niño humano que cambiaron por el suyo (John Bauer 1913) imagen tomada de wikipedia -

Las historias sobre niños cambiados por hijos de hada, elfos, duendes o trolls abundan en la tradición europea, independientemente de la región. Según las historias, el motivo que lleva a una criatura sobrenatural a cambiar a su propio hijo por un niño humano es el deseo de tener un sirviente humano, pero también el amor hacia los mismos o la simple malicia son motivos frecuentes.

Se creía que los seres fantásticos del folclore escandinavo sentían gran temor al acero, por lo cual los padres solían poner una tijera, cuchillo o cualquier objeto de ese material sobre la cuna de sus bebes para evitar los robos.
Contrariamente a lo que se podría creer, en estos cambios, las madres sobrenaturales no pretenden abandonar a sus hijos a su suerte, sino dejarlo en un hogar seguro y se creía que torturando o tratando con crueldad a un niño sobrenatural, las madres podrían recuperar a sus verdaderos hijos apelando a la sensibilidad de las madres sobrenaturales por los suyos. Esta creencia generó muchas tragedias en tiempos antiguos cuando, ante la sospecha de tener un niño cambiado, los padres los flagelaban, en otros casos los dejaban en la basura e incluso los podía meter dentro de hornos. Existen registros de mujeres juzgadas por matar a sus propios hijos con algunos de estos terribles métodos.

En los cuentos de los hermanos Grimm vemos relatos que retoman las creencias sobre niños cambiados, como la mujer que sospecha que su hijo ha sido cambiado y para corroborarlo prepara cerveza y la vierte en la cascara de una bellota; el niño en cuestión exclama con sorpresa que ni en todos sus años ha visto jamas a alguien preparar cerveza en una bellota, y al decir esta palabras el niño desaparece. Esta historia responde a la creencia de que los niños cambiados son criaturas antiguas o viejas que adquieren un aspecto infantil para engañar a los humanos y descubrir su larga edad los deja en evidencia y por tanto deben marcharse y devolver al niño humano.
La mayoría de los cuentos europeos vemos un esquela similar al cuento de los hnos. Grimm, donde una madre descubre a niño cambiado haciéndolo hablar al mostrarle algo que jamas han visto en todos sus años.

En otros cuentos vemos como los padres recuperan a sus hijos cuando son amables con los niños cambiados. En más de un cuento vemos a un padre recuperar a su hijo al desistir de la idea de matar al niño sobrenatural que le han dejado a cambio, enseñando al lector que cuando se hace daño a un niño cambiado, la madre del mismo dañará al niño humano.

Pero detrás de estas curiosas historias se oculta una triste verdad. Por aquellos tiempos los niños deformes o retrasados conformaban una verdadera vergüenza o estorbo para las familias humildes y las muertes de estos niños por mano de sus padres podía justificarse con la creencia de los niños cambiados, aseverando que su hijo real había sido cambiado por el hijo de un troll, lo cual explicaría las deformidades del cuerpo. Incluso el hecho de que un niño usara la mano izquierda para escribir o usar objetos cotidianos era motivo para creen que el mismo era un niño cambiado.


Rusalka


-"Rusalka" por Ivan Bilibin (1934)-

Una criatura perteneciente a la mitología eslava, generalmente descrita como un espíritu del gua, asociada a las ninfas o demonios. En algunas tradiciones, se la presenta como una sirena de los ríos, en otras como un espíritu o demonio de los canales. En todos los relatos la vemos danzar en los prados durante las noches, hechizando hombres bellos con sus canciones y bailes, para conducirlos al fondo del río para vivir con ellas.
Podemos ver criaturas de características similares en otras culturas, como la Banshee irlandesa o la Veela.

En algunos lugares se la considera un ser muerto, asociado al mal y la magia oscura. Cuenta la leyenda que cuando una persona muere tempranamente de forma violenta, se suicidan por cuestiones de amor (generalmente amores no correspondidos) o dan a luz hijos extra matrimoniales, estas personas deben pasar el tiempo de vida que les faltaba cumplir como espíritus deambulando entre los vivos. En otros cuentos, la rusalka es una joven muchacha que murió cerca de un río en en sus aguas y embruja el lugar con su presencia. No son espíritus específicamente malignos y se marcharán en paz cuando sus muertes sean vengadas.
Los niños que naces fuera del matrimonio entran en esta categoría, puesto que generalmente no eran bautizados y sufrían el abandono de sus madres, con frecuencia se los representa como espíritus  que vagan por los busques pidiendo ser bautizados para tener paz en sus almas. Si bien se los suele presentar como seres inocente, en ocasiones se habla de ataques o sustos que han dado a los vivos.

Descripciones y orígenes del término

Existen muchas descripciones de la apariencia y costumbres de esta criatura, generalmente femenina, debido a las características del lugar donde mueren. Según la tradición oral, el comportamiento de la rusalka varía según la muerte que sufrió y el lugar en donde pereció.

Por lo general se la representa en el río donde murió, pudiendo salir de él a voluntad. En muchos grabados se la ve trepada a arboles cercanos a los ríos, donde cantan y danzan; también se acercan a muelles o a los campos para bailar con otras personas. Por lo general se las representa interactuando con los vivos de esta forma.

En ocasiones, se dice que sus ojos brillan con destellos verdes sin pupilas, poseen una piel pálida y una larga y frondosa cabellera, verdosa y húmeda. Se cree que mueren si su cabello se seca totalmente.
Si bien se las suele describir como criaturas inofensivas que gozan de los cantos y los bailes, en algunos cuentos matan a los hombres que seducen, ahogándolos en los ríos o enloqueciendolos con su canto. Debido al riesgo que representan, los primeros días de junio, se prohibían las expediciones a los bosques o nadar en los ríos, puesto que se creía que por esas fechas, las rusalkas salían de los ríos para treparse a los arboles y vagar por los bosques. Nadar en los ríos era peligroso por el riesgo de ser arrastrados por ellas hacia el fondo.

La asociación de estos días específicos con la rusalka se debe a la tradición de la semana de pentecostés donde los jóvenes practicaban un baile al que llamaban "rusalka", un termino en latían que se usaba para referirse a la semana de pentecostés que en sus orígenes significaba "festival de las rosas".

Dullahan



- "The headless horseman pursuing ichabod crane" por John Quidor´s -

Perteneciente a la raza de criaturas feericas (hadas, duendes, etc), el Dullahan es una criatura perteneciente a la mitología irlandesa, teniendo mucha incidencia en los condados de Sligo y Down.

Según las historias, estos seres tienen la cabeza desprendida y la llevan generalmente en su mano derecha. La cabeza destaca también por un color pálido amarillento y textura totalmente lisa, una siniestra sonrisa de oreja a oreja, ojos pequeños y negros. La fosforescencia característica de la carne en descomposición irradia de ella y esta sombría criatura puede utilizarla para iluminar su camino en los extensos campos durante las noches. 
Algunas historias también le agregan un imponente corcel negro, que azota con huesos para atravesar los campos irlandeses al galope durante las noches de tormenta. Generalmente se deja ver solo durante festividades específicas, sobre su corcel.

Actualmente podemos encontrar muchas referencias a esta criatura en juegos y series. En los juegos de "Castelvania", "Final Fantasy" XIII, III y VI, en el "Ragnarok Online", "Golden Sun" I y II, en el "Dragon Quest Monster: Joker y Joker 2", en "Elsword", en el decimocuarto juego de "Touhou", "Double Dealing Character", "Vagrant Story", entre otros.
Por su parte podemos encontrar otras referencias en series como "Slayers Evolituon" donde vemos un grupo de Dullahans atacando un pueblo. En "Durarara" vemos a esta criatura representada como una motociclista sin cabeza llamada Celty Sturlson o el anime de "Hataraku Maou-sama!" donde la bicicleta de Sadao lleva el nombre de Dullahan.

- Ilustración incluida en "La leyenda de Sleepy Holow" -

Vale destacar que el famoso personaje de Washington Irving, el jinete sin cabeza, esta inspirado en las características de esta criatura. Pueden encontrar la historia de este personaje en su publicación "La leyenda de Sleepy Hollow".

sábado, 3 de mayo de 2014

Kirubi


- Toros alados flanqueando la entrada del Palacio del rey Sargón -
Imagen tomada de link

También llamados "genios alados", los Kirubi son seres de la mitología asiria, representados como toros alados con cabeza humana, gran tamaño y rasgos monstruosos. También se los suele llamar Shedi, Cherub o Lammasu ("espíritu protector"). Era común ver a estas criaturas representadas en las entradas de los templos y palacios de cavilaciones mesopotámicas, donde se les daba una función protectora y salvadora. El significado de la palabra kirubi y sus variantes implica dos sentidos complementarios,  "grande y poderoso" o "propicio y bendito".

Vemos criaturas similares en la mitología egipcia, donde se los llama Cherub y se los representa con múltiples ojos y alas.