sábado, 3 de mayo de 2014

Titivillus



Conocido incluso antes de escribir un nombre, Titivillus era un demonio que trabajaba bajo ordenes de Lucifer y se le atribuían los errores en el trabajo de los escribas: errores ortográficos, gramaticales, de redacción, etc. Si bien, existen referencias más antiguas, recién en el 1285 d.C. se lo comenzó a conocer bajo el nombre Titivillus en el "Tratado de la penitencia" de John Galensis (Juan de Gales).
A menudo se lo representa con un saco o una pila de libros sobre su espalda; se decía que recorría los monasterios y hogares de escribas para recoger errores en los textos y guardarlos en el saco para llevarlos al infierno y registrarlos. 

También se lo responsabiliza de las charlas ociosas, malas pronunciaciones, olvidos momentáneos, murmuración, omisión de palabras, falta de atención o tartamudeos. Según las historias, este demonio provoca estas situaciones para que pueda imputarsele el infierno a los pecadores, ya que todos sus errores eran trasladados al infierno para ser registrados junto con los nombres de quienes los cometían, para ser leídos durante el juicio final. De esta manera se pretendía evitar los errores y faltas graves a la hora de escribir los manuscritos, en una época donde la mayor parte de la población era analfabeta y la producción y copia de la palabra escrita corría por cuenta de los monjes. Al no existir medios de copia mecánica (como la imprenta), debían copiar una y otra vez lo que se les dictaba; así, el aburrimiento, el cansancio y la falta de iluminación hacían de las suyas para provocar toda clase de errores, manchones y roturas en los manuscritos. Con las andanzas de un demonio especialista en errores de escribas, los monjes comenzaron a tener más cuidado.

Pese a esto, también se lo a considerado el patrón de los escribas, ya que representaba una excusa valida para los errores en los manuscritos; recordemos que en una época donde habían pocos escribas, la información solía copiarse de un manuscrito a otro, y un error en el original era arrastrado a todas las copias posteriores.

El personaje en cuestión se hizo famoso en el teatro y en las narraciones satíricas y cómicas que criticaban la vanidad del ser humano; estas obras eran conocidas como "Teatros de misterios" hacia finales del medioevo ingles.


1 comentario:

Clatos dijo...

Muy buena la información, me sirvió para respaldar en mi cuaderno. Pero parece que Titivillus pasó por aquí... veo muchas faltas ortográficas. Gracias de todos modos.