martes, 19 de febrero de 2008

Unicornio



Se conoce al unicornio como un animal fabuloso, totalmente blanco, igual a un caballo pero con un largo cuerno recto en medio de su frente. Se lo considera como símbolo de la santidad y de la castidad. El unicornio era una imagen que con frecuencia se veía en los tapices de la edad media y en la literatura representaba la fortaleza, poder y pureza. Y ha sido muy utilizado en emblemas heráldicos. Se dice que solo se dejaban montar por una doncella e incluso se dice que si un unicornio encuentra una dama sentada bajo un árbol, apoyará su cabeza en el regazo de la mujer y se dormirá.

No hay criatura mágica que halla despertado tanto la imaginación popular como lo lo han hecho los unicornios. Desde que el medico griego Ctesias describiera por primera vez la criatura de un solo cuerno, hace mas de dos mil años, la gente ha escrito sobre estas fabulosas criaturas, las ha pintado, esculpido y también, ha ido a buscarla sin dejar de discutir si realmente existe o no.

Pero, la descripción que nos da Ctesias en muy diferente a la que conocemos hoy en día. Según él, el unicornio proviene de la India, tenia la altura de un asno, crines rojo oscuro, cuerpo blanco, ojos azules y un cuerno de unos 45 cm en la frente. El cuerno era blanco en la base, negro en el medio y rojo en la punta, y se decía que si era extraído de su dueño y usado para hacer una copa, quien beba de ella estaba protegido de los venenos, convulsiones y de la epilepsia.


La fuerza, velocidad y temperamento de estos animales hacia prácticamente imposible su captura. Si bien no existían pruebas de su existencia, con el correr de los siglos la popularidad del escurridizo unicornio se extendió mas y mas. Aristoteles y Julio Cesar describían animales de un solo cuerno. El naturalista romano Plinio agrego algunos detalles a la criatura: cabeza de ciervo, patas de elefante, cola de oso y un cuerno negro de 90 cm de longitud (posteriormente se supo que estas antiguas representaciones no eran mas que descripciones erradas de los rinocerontes indios). Plinio también confirmo la feroz naturaleza del unicornio y dijo que la bestia tenia una voz profunda y poderosa.

En la edad media la imagen del unicornio había cambiado. Ya no era una suma de partes de otros animales, sino la elegante criatura que se describe hoy en día.

Además de sus apariciones en tapices, pinturas y literatura, el unicornio fue incorporado al simbolismo cristiano y formo parte del escudo de armas de Inglaterra y Escocia. Estas criaturas aparecen en las leyendas Arturicas, cuentos de hadas y en los romances de las gestas de Gengis Kan y Alejandro Magno.

La innumerables historias sobre los unicornios, su grandeza y, la pureza y magia de su cuerno incentivó la nada agradable cacería de unicornios. Pero su captura no era tarea fácil, pues el animal podía defenderse usando su cuerno como espada y correr a gran velocidad para perderse de la vista de los cazadores. La mejor manera de capturarlos entonces, era usando una virtuosa doncella como cebo. Cuando el unicornio se durmiese, aprovecharían la oportunidad de cortar su valioso cuerno.

Ya en el siglo XVIII el interés por estos animales disminuyo notablemente. Si bien muchos escritores insistieron con incluir al unicornio en sus libros de historia natural, muchos consideraron que ya era hora de relegar a la criatura al mundo de lo fantástico, puesto que era imposible encontrar a alguien que hubiese visto alguno y las escrituras medievales que describen al unicornio no eran para nada fiables. Pero aun así, el entusiasmo popular por el unicornio se mantiene hasta nuestros días en cuentos, en el arte y por supuesto, en la imaginación.

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